jueves, 20 de junio de 2019

Juana la loca

Juana la loca

Juana I de Castilla, también llamada «Juana la Loca» nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479 y murió en Tordesillas el 12 de abril de 1555. Fue reina de Castilla desde el año 1504 hasta el año 1555 y también fue reina de Aragón y Navarra, desde 1516 hasta 1555, pero desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a partir de 1509 vivió encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre (Fernando el Católico) y después por orden de su hijo el rey Carlos I. Desde que nació, fue infanta de Castilla y Aragón. Desde joven mostró signos de indiferencia religiosa que su madre trató de mantener en secreto. En 1496 se casó con Felipe el Hermoso,que era archiduque de Austria, duque de Borgoña, Brabante y conde de Flandes. Con él tuvo seis hijos. Por la muerte de sus hermanos Juan e Isabel y de su sobrino Miguel de la Paz, se convirtió en heredera de las coronas de Castilla y de Aragón y en señora de Vizcaya, título que ya entonces iba unido a la corona de Castilla, que heredó de su madre Isabel I de Castilla. Al morir su madre (Isabel la Católica) en 1504, fue proclamada reina de Castilla junto a su esposo; y al morir su padre (Fernando el Católico) en 1516 pasó a ser la reina de Navarra y soberana de la corona de Aragón. Por lo tanto, el 25 de enero de 1516, se convirtió en la primera reina de las coronas que conformaron la actual España; pero desde 1506 su poder solo fue nominal, fue su hijo el rey efectivo de Castilla y de Aragón. El levantamiento comunero de 1520 la sacó de su cárcel y le pidió encabezar la revuelta, pero ella se negó y cuando su hijo Carlos derrotó a los comuneros volvió a encerrarla. Más adelante Carlos ordenó que la obligasen a recibir los sacramentos, aunque fuese mediante tortura.
Fue apodada «la Loca» por una supuesta enfermedad mental alegada por su padre y por su hijo para apartarla del trono y mantenerla encerrada en Tordesillas de por vida. Se ha escrito que la enfermedad podría haber sido causada por los celos hacia su marido y por el dolor que sintió tras su muerte. Esta visión de su figura fue popularizada en el Romanticismo tanto en pintura como en literatura.